Las gaviotas (es una gaviota ¿no?) son muy agradecidas para ser fotografiadas por los novatos como yo porque son animales grandes que se mueven sin miedo cerca de las personas. Además son fácilmente localizables si tienes posibilidad de acercarte a una zona porturaria. No requieren, por lo tanto, ni de los superobjetivos ni de la paciencia y búsqueda de ubicaciones que pueden requerir otras aves.
Esta en concreto fue «cazada» en pleno vuelo en el punto en el que el río Duero desemboca en el oceáno. Prioridad a la apertura con el valor más bajo que me permitía el objetivo para disparar a velocidades elevadas y para desenfocar el fondo, el valor ISO lo deje en 100 porque me parecía suficiente la velocidad de 1/2500, enfoque puntual en el centro del objetivo y en modo continuo (de esta forma la cámara va ajustando el enfoque conforme el sujeto que persigues se va moviendo) y configuración del modo de disparo en modo ráfaga (la verdad que en ese aspecto se porta bastante bien la 70D). Luego únicamente queda esperar a que un animalito se acerque, apretar a fondo el disparador y seguir al pájaro en vuelo con la técnica de barrido hasta que la memoria de la cámara diga basta.
Al menos en mi caso, el fondo y pose del animal en vuelo ya cosa del destino y solo queda elegir el resultado durante el postprocesado que, en este caso, incluyó un reencuadre y los típicos ajustes de luminosidad, contraste y nitidez.
3 comentarios en “Aerodinámica perfecta”
Buena caza.
No opináis que un poco de luz sobre la gaviota y un poquito de recorte hace ganar a la ya de por sí magnífica foto?? ver retoque sobre jpg que he añadido al post.
Si. Así mejora la ya de por si buena toma.