Esta es mi pequeña aportación con el nuevo juguete de Miguel. Se trata de los restos de un antiguo Molino en el Río Duero en un pronunciado meandro. Aun se conserva el antiguo azud y unos bonitos canales de descarga ejecutados con una mampostería que, sorprendentemente, ha llegado a un inexplicable equilibrio con las sucesivas avenidas del río y se mantienen aún en pie.
La pena fue no poder realizar esta misma fotografía desde la misma orilla del río pero nos fue imposible acercarnos hasta unas rocas preparadas para situar el trípode pero solo accesibles a aventureros dispuestos a mojarse los pies o moverse por un talud demasiado peligroso para nuestros equipos.
La técnica de la fotografía y el material empleado es mejor que las explique Miguel con un par de ejemplos.