En pleno éxtasis de la construcción a los bodegueros les dio por «invertir» su dinero en edificios emblemáticos que fuesen reconocidos por todo el mundo (especialmente a los de Ribera de Duero y La Rioja). Esto derivó , en mi opinión, en esa actitud tan característica de los pueblos de España de que, si el vecino se ha hecho el chalé de 200 metros cuadrados, el mío va a tener 300. Vamos, eso que coloquialmente decimos de «a ver quién la tiene más larga».
La ventaja de estas «inversiones» es que siempre habrá un consultor financiero que haga un informe en el que diga:
Se puede concluir que la inversión de 1000000 millones se ha traducido en una mejora de la imagen de marca que podemos valorar en, al menos, 1000001 millones
Y así todos contentos. En este caso se trata de la bodega de Marqués de Riscal en el pueblo de Elciego. El edificio en cuestión sirve de hotel junto a las bodegas y fue proyectado por Frank Gehry, en un diseño muy original nunca visto hasta este momento… ahh no espera, que se copió a sí mismo e hizo un mini Museo Guggenheim. Más allá del valor arquitectónico que le demos cada uno a este tipo de obras, es cierto que no dejan indiferente a nadie y resultan ser construcciones espectaculares.
La foto está sacada en la planta baja, junto a la entrada del hotel, en una zona en la que se ha integrado un pequeño viñedo de cepas antiquísimas y desde el que se puede disfrutar de las vistas de la Iglesia de San Miguel.
Os dejo también una fotografía de la entrada del hotel, más que por interés fotográfico, por situar a los que no conozcan este edificio.