Como casi todas las fotos ésta también tiene una pequeña historia detrás. Abencio está trabajando en la edición de este año del Belén de Crespos, y necesitaba unas hojas verdes para completar una de las casas (está recreando el pueblo de Crespos, añadiendo cada año edificios característicos del pueblo).
En un paseo encontró un montón de flores que habían desechado en las limpiezas del cementerio, y se las llevó al taller. Una vez que reutilizó las partes que le interesaban, tiró el resto a la basura. Y de ahí las rescaté yo. Si, de la basura. A ellas y a una pequeña colmena de avispas, que por suerte, estaban medio adormecidas por que están ya fuera de su época. Evidentemente el susto fue tremendo…
A pesar de ello (y una vez confirmado el fallecimiento de todas y cada una de ellas) continué con la sesión de fotos. Tenía bastante claro cual iba a ser la imagen principal, pero creo que estas dos tomas también quedaron muy bonitas.