Es bien sabido, y si no lo sabéis ya os lo cuento yo que me gusta daros la chapa, que las coordilleras eran, en algún momento un conjunto de depósitos de suelo bajo los océanos. Cuando las placas tectónicas comenzaron a chocar unas con otras se plegaron dando lugar a muchas de las grandes coordilleras.
Es por esto que se encuentran evidencias en forma de fósiles de animales marinos a miles de metros de altura. Se cree que este proceso es el que hizo que parte de las montañas que rodean estas salineras sean grandes núcleos de sal pura que se encontraba disuelta antes de los pliegues en el agua marina. Ahora solo hace falta un manantial de agua que atraviese estos núcleos para poder tener sal marina a 3300 metros de altitud.
El descubrimiento de este manantial por el que sale agua con un 40% de concentración de sal se debe a culturas pre-incas que habitaron la zona, aunque los Incas lo explotaron de forma intensiva para uso interno (cocina, momificación, salazón de alimentos) y como valioso elemento de comercio.
Actualmente son empleadas para la producción de sal que se vende por la zona y que también se exporta a Japón y China. La producción está en manos de una cooperativa formada por las familias del pueblo de Maras, que da nombre a las salineras y es tan sencilla como realizar sucesivos ciclos de llenado de sus pozos con el agua del manantial y secado de las mismos por evaporación del sol. De la capa de sal que queda tras este proceso, la parte mas baja mezclada con las arcillas de la zona y restos de plantas aromáticas se usa con fines medicinales, una segunda capa mezclada con algunos minerales se usa para cocinar, mientras que la tercera y más superficial es la más pura y se usa, entre otras cosas también para cocinar.
Fotográficamente hablando os muestro una panorámica del espectacular sitio para que os hagáis una idea de su extensión.
Para la foto que abre la entrada prefería algo que no tuviera el contexto de los fondos, para que el espectador no conozca la extensión del lugar y que se centrase en los aleatorios cambios de nivel de cada uno de los pozos. Una señora, que no está pagada y que supongo que estaba trabajando en el pozo de su familia, me amenizó la foto dando algo de escala a las piscinas. La foto no tiene reencuadres ni tratamiento más allá del típico equilibrio de luces y ligera ganancia de nitidez.
2 comentarios en “Las salineras de Maras”
Muy bonita la foto Alberto, me encanta la gama de colores entre el blanco y los ocres, con el punto azul discordante del macuto de la señora no pagada 😉 Y creo que es completamente acertado el encuadre cerrado.
Me está gustando un montón tu reto, estoy esperando las fotos de Machu Pichu!!!
Cuando estuvimos en La Palma este verano también visitamos unas salinas al sur de la isla, y el paisaje era muy similar en cuanto a las terrazas (sin tanto desnivel), pero como allí la tierra es negra volcánica el contraste de color era brutal. A ver si te la enseño.