Memento fue la segunda película de Christopher Nolan, y se estrenó en los cines de Estados Unidos en 2001. Supuso el punto de inflexión en la carrera del cineasta, que se erigió como uno de los directores más prometedores de Hollywood. Algo que más tarde confirmaría con películas como Insomnio, Batman Begins o El caballero oscuro.
La película está protagonizada por Guy Pearce, Carrie-Anne Moss y Joe Pantoliano. Relata la historia de Leonard, un hombre que está buscando al asesino de su mujer y que sufre una rara enfermedad de la memoria que no le permite crear nuevos recuerdos. El personaje de Pearce va tatuando en su cuerpo los elementos clave de su investigación para dar con el asesino, y por supuesto, no olvidarlos. Lo realmente genial y distinto de la cinta es que está narrada en orden cronológico inverso, secuencia por secuencia. Esta manera de contar la historia hace que haya verdaderos freakis que se han dedicado a visionar la película en el orden cronológico correcto para comprobar si la narración es coherente o no, y resaltar todos sus fallos…
¿La fuente de inspiración? Una de las escenas de la película en la que descubrimos parte de los tatuajes que tiene Leonard, en concreto en los brazos, y en los que narra los hechos.