Jugando con fuego

Valladolid. Ferias. Parque de las Contiendas. Dia II

Tras salvar una fotografía del primer contacto con la fotografía de fuegos artificiales que tuvimos el día anterior, volvimos el viernes al mismo punto para experimentar de nuevo.

Como ya he contado, el día anterior no había obtenido muy buenos resultados con los parámetros que había leído en diferentes páginas de internet que se resumen en emplear una ISO muy baja (100 en mi caso) tiempos de exposición de unos 1,5-2,0 segundos y apertura a gusto del consumidor para lograr un equilibrio entre la luz de los fuegos y la del horizonte de la ciudad. Así que decidí probar con el apilamiento de fotos que me permite mi cámara.

El apilamiento consiste simplemente en superponer unas fotografías sobre otras. Supongo que se puede hacer en Photoshop (¿que no hace este programa?), aunque existen programas específicos para ello que son muy populares entre los aficionados a la astrofografía (Deep Sky Stacker) y a la fotografía nocturna e incluso empleados para mejorar la profundidad de campo especialmente en la fotografía macro de estudio (Zerene Stacker, no dejéis de visitar las galerías de la página web del programa porque parece que esas fotos de los ojitos de las moscas llevan mucho trabajo). La Canon 70D tiene implementada esta función pudiendo superponer hasta 10 fotografías  manteniendo la exposición empleada por la cámara en todas ellas o bien haciendo que el conjunto de las fotos sume la exposición elegida (como si de un filtro neutro se tratara) y, aunque no sirve para fines tan específicos como los comentados de astrofotografía o de fotografía macro te puede sacar de un apuro para realizar efectos seda o eliminar gente con la ventaja de que la superposición genera un archivo RAW que luego podemos procesar como cualquier otra fotografía.

Para este caso opté por mantener la exposición y estuve haciendo pruebas con la superposción de 3 y de 5 imágenes. La elección de realizar la superposición de imágenes se basaba además del fiasco del día anterior con los parámetros que teóricamente debía de emplear (ya lo comente anteriormente), en tratar de plasmar los fuegos artificiales como una actividad con más continuidad de la que puede desprenderse al captar una única explosión. Tal y com lo entiendo yo, en determinadas fases de los fuegos artificiales, cuando aún estas disfrutando de uno de los efectos, se suceden los siguientes sin descanso.

Comencé el espectáculo pirotécnico con la cámara en posición horizontal pero decidí cambiar a mitad de la sesión a posición vertical para asegurar mejor que las explosiones entraban en el encuadre seleccionado.

En cuanto al tratamiento, ha consistido por lo general en reencuadrar ligeramente la fotografía, en aumentar ligeramente el contraste para hacer el negro de la noche más negro, en aumentar con un filtro degradado de LightRoom la exposición en la parte inferior para que ganara más presencia el horizonte (me quedó algo corta la exposición) y a reducir de forma local con el pincel la exposición en aquellos puntos en los que se podía ver el humo de la pólvora iluminado por los fuegos para que desaparezca de la fotografía

Después de toda esta experiencia me atrevo a sacar las siguientes conclusiones para futuras fotográficas de fuegos artificiales:

[list type=»tick»]

• Es imprescindible, evidentemente, el uso del trípode, pero también el del disparador remoto.
• El enfoque debe ser manual y es conveniente tenerlo fijado antes de que se inicien los fuegos, procurando posteriormente no cambiar el encuadre con el zoom del objetivo ya que nos puede estropear  el enfoque del horizonte.
• El encuadre en horizontal es mucho mejor porque aunque haya mucho espacio negro contextualiza y da escala.
• Es necesario buscar un horizonte de calidad (para el año que viene pasaremos a la fase de buscar ubicaciones con mayor atractivo) aunque dado el punto de lanzamiento que elige el ayuntamiento en Valladolid, me da que tampoco hay mucho donde elegir.
• Creo que el tiempo de exposición adecuado debe estar en el entorno de los 2 segundos (ahi me he quedado bastante corto). Si el primer día no me funcionó fue por el viento y por la mala calidad del espectáculo tal y como demuestra Natalia en esta excelente serie realizada con esos tiempos.
• Se puede emplear sin problemas los valores más bajos de ISO (en mi caso 100) sin problemas para captar los fuegos con precisión y, además, asegurando el mejor rendimiento de la cámara en lo que a rango dinámico y ruido se refiere.
• Con la apertura del diafragma se regula la intensidad con la que quieres captar los fuegos, y es mejor tirar por lo bajo para que luego los rayos de luz sean extremadamente gordos.
• Es mejor usar el apilamiento de fotografías que exposiciones muy largas porque con estas últimas se graba la estela del fuego desplazado por el viento (aunque haya poco viento), y eso, para mi gusto, difumina demasiado los rayos de luz que se generan.
• El apilamiento de fotos permite composiciones más dinámicas (en la foto que he elegido para abrir se observa una bomba que ha explotado en el nivel más alto, unas chispas de esas que se mantienen mucho tiempo en el cielo en un nivel intermedio y el lanzamiento de estas chispas en el nivel más bajo) pero después de ver los resultado creo es más adecuado realizarla en postprocesado a partir de las fotografías individuales ya que se tiene un mayor control sobre el resultado. Además creo que con más de 3 fotografías hay demasiados elementos en el encuadre.

[/list]

La empresa encargada de los fuegos fue FML Pirotecnia y parece ser que han sido los ganadores del certamen de este año. Para los apasionados del mundo de los fuegos artificiales pueden encontrar una detallada descripción del espectáculo e incluso un video en esta página web.