Azotea del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Una exposición de fotografía en plena terraza fue la excusa para subir pero las vistas son excepcionales y desde allí se pueden sacar un montón de fotos. Cuando fui no cobraban, pero ahora creo que sí. De todos modos merece la pena.
Mientras hacía fotos del skyline de Madrid me fije en esa foto de la exposición, con un tipo tatuado y medio desnudo con una mirada penetrante y casi vigilante. Esperé pacientemente una media hora hasta que apareció la pareja. Un poco de suerte con el beso y voilá. En resumen, la fórmula es esta: estar en el escenario correcto, buscar el doble sentido de lo que te rodea, paciencia y suerte.